Amicus sobre género

Resumen

 

Nueve organizaciones no gubernamentales de la región, con trabajo en asuntos de derechos humanos y género, presentaron ante la Corte Interamericana una intervención en el marco del proceso de opinión consultiva sobre crisis climática.

 

El amicus curiae pretende que el tribunal reconozca los efectos diferenciales del calentamiento global en las personas LGBTI, las mujeres, las niñas y las adolescentes. De este modo, la invita a definir los estándares de protección de los derechos al ambiente sano y a un clima estable y seguro de manera coherente con las realidades de discriminación y violencia estructural que enfrentan tales poblaciones.

 

Así, parte por señalar que los arreglos de género latentes en la región, en virtud de los cuales se subordinan y excluyen sistemáticamente a tales individuos, afectan y amenazan sus derechos de forma desproporcional en el contexto de la crisis climática. Al respecto, ofrece evidencias sobre impactos particulares en función del género y las orientaciones e identidades sexuales, con datos, por ejemplo, sobre la menor disposición de recursos y posibilidades de agencia para adaptarse a las condiciones cambiantes del ambiente o para enfrentar fenómenos meteorológicos extremos.

 

También advierte que mujeres y niñas registran mayor probabilidad de sufrir daños graves en la vida, la salud y la integridad personal, junto con mayor número de episodios de violencia física durante y con posterioridad a los desastres naturales; y aporta estudios internacionales que acreditan el nexo el disfrute pleno de los derechos sexuales y reproductivos de estas poblaciones y el avance de la crisis climática.

 

De otro lado, la intervención aborda el rol esencial que cumplen las mujeres y las personas LGBTI en la lucha contra la crisis climática. En tal sentido, ofrece un repertorio de buenas prácticas o iniciativas lideradas por mujeres en el continente y en otras latitudes, en lo relacionado con la adaptación y mitigación del cambio climático.

 

Para finalizar, formulan un grupo de recomendaciones sobre medidas estatales idóneas para responder a la desigualdad estructural de género que incide negativamente en la gestión adecuada de la crisis climática. Entre otras, señalan la necesidad de brindar mayores espacios de participación democrática de las mujeres y las personas LGBTI en la toma de decisiones y en la definición de las agendas climáticas, la importancia de ofrecer alternativas productivas y de generación de ingresos a favor de estas poblaciones, su inclusión en los proyectos de protección ambiental y transición energética justa que realicen los Estados de la región.

 

De igual forma, invita a reconocer la obligación de integrar transversalmente la agenda de cuidado en toda política o acción climática, reconociendo que los saberes, experiencias y conocimientos de estos grupos representan insumos esenciales para atender la crisis global, en especial, con soluciones basadas en la naturaleza que busquen proteger y restaurar los ecosistemas locales de manera sustentable. 

 

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