Amicus sobre energía distribuída

Resumen

 

Las organizaciones Ombudsman Energía México y  la Global Initiative for Economic, Social and Cultural Rights (GI-ESCR) presentaron un amicus a la Corte IDH para señalar el papel que juega la energía como elemento esencial para la satisfacción de derechos humanos.

 

Así,  este amicus habla de la obligación que tienen los Estados de garantizar el acceso y uso de energía de conformidad a los mejores estándares de transición energética justa, y la democratización del sector energético a través de la generación distribuida. También este amicus hace una breve revisión de las mejores prácticas regulatorias internacionales en materia de generación distribuida y habla de la necesidad de impulsar la transición energética justa para proteger a la niñez de los efectos del cambio climático.

 

En este documento se explica que la energía es necesaria para poder acceder a agua limpia, mejor alimentación, oportunidades laborales, educación, etc.  Es por ello que el derecho a la energía condiciona las garantías de otros derechos humanos. La energía debe ser asequible y la generación distribuida  representa la oportunidad para descentralizar y democratizar la generación de energía.

 

La generación distribuida representa entonces un esquema donde las personas y comunidades tienen oportunidad de autogenerarse energía para atender sus propias necesidades  básicas diarias a partir del uso de energías renovables, como es el uso de paneles solares.

 

Lo anterior lleva implícito una  descentralización y el retorno a los consumidores a un rol más activo y comprometido en su relación con la energía, lo que tiene como resultado una mayor democratización en el sector. Esto otorga a la transición energética una legitimidad política adicional a la derivada por su capacidad de mitigar la crisis climática actual.

 

Finalmente el amicus otorga una serie de recomendaciones para impulsar cambios regulatorios, con el objeto de dar viabilidad y certeza a este modelo alternativo de generación eléctrica basado en energías limpias. Estas recomendaciones son de tres tipos:

 

1. Acciones  para impulsar sistemas energéticos eficientes y justos a. robustecer las exigencias en materia de derechos humanos en el desarrollo de proyectos energéticos a lo largo de su cadena de valor.

 

2. Acciones para impulsar la descentralización energética.

 

3. Acciones para impulsar la democracia energética.

 

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